Basándonos en la guía informativa de género y drogas de
alicante observamos como el consumo de los diferentes tipos de drogas afecta a la fertilidad de las mujeres. Riesgos
y problemas tanto en las mujeres como en los fetos.
TABACO
Entre las mujeres fumadoras las posibilidades de concebir se
reducen entre un 10% y un 40% por ciclo.
Cuanto mayor es el número de cigarrillos consumidos más
tarda la mujer en quedarse embarazada.
Las mujeres fumadoras presentan doble riesgo de ser
infértiles que las no fumadoras.
Las mujeres fumadoras que toman anticonceptivos orales
tienen un riesgo de sufrir infarto agudo de miocardio 20 veces superior a las
no fumadoras.
Las mujeres que fuman un paquete diario de cigarrillos
durante 20 años tienen un riesgo de menopausia precoz tres veces superior a las
no fumadoras.
El 25% de los abortos espontáneos y el 20% de las muertes
durante el primer año de vida podrían evitarse si las mujeres embarazadas
dejaran de fumar.
ALCOHOL
El consumo de alcohol puede afectar gravemente al desarrollo
del embarazo y del feto.
El 5% de todas las
anomalías congénitas son achacables al consumo de alcohol durante el embarazo.
No existe ningún
nivel seguro de ingesta de alcohol durante la gestación, está absolutamente
contraindicado.
Los hijos de estas presentan mayor riesgo de padecer
trastornos de conducta, problemas emocionales y dificultades en el aprendizaje
y las relaciones sociales.
CONSUMO DE DROGAS ILÍCITAS
Los hijos de madres consumidoras de drogas pesan menos al nacer.
Presentan con mayor frecuencia malformaciones congénitas:
espina bífida, atresia de esófago, alteraciones cardiovasculares,
malformaciones renales y urinarias etc.
Existen estudios que prueban los síntomas de abstinencia
neonatal en hijos cuyas madres consumieron
drogas como heroína, cocaína, metadona , oxicodona y buprenorfina
durante el período de gestación. Pudiendo existir también problemas a largo
plazo.
TRANQUILIZANTES
Los hijos de mujeres que consumen tranquilizantes durante el
embarazo pueden sufrir deformaciones en la cara y anomalías cerebrales. Pueden
nacer con dependencia a los mismos o sufrir problemas respiratorios.
A medio plazo la exposición prenatal a estas sustancias, incluso
a dosis terapéuticas, podría afectar el desarrollo motor de los hijos.
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