Las anfetaminas son consideradas drogas. Pueden ser recetadas por un médico de manera legal o pueden conseguirse de manera ilegal. La percursora de la anfetamina es la efedrina que procede de la planta Catha edulis.
Las anfetaminas se sintetizan en el laboratorio. Son un grupo de compuestos orgánicos del nitrógeno que pueden considerarse derivados del amoníaco (C9H3CL), significa a (alfa), m (metil), f (fenil), et (il), amina. En 1920 se descubrió que tenían la capacidad de estimular el sistema nervioso central y en 1931 se comenzaron a comercializar como Benzedrina. Pronto salió al mercado su isómero más activo, la dextroanfetamina, comercializada como dexedrina.
Las anfetaminas afectan a nuestro cerebro haciendo que se libere dopamina que está relacionada con el estado de ánimo, el pensamiento y el movimiento. Así pues causan estado de alegría, disminución de la inhibición, sensación de control, seguridad en uno mismo, ganas de hablar, sociabilizar, sensación de pensamientos claros, aumento de energía, etc...
En la actualidad se utilizan de manera legal para el tratamiento de obesidad, narcolepsia o trastorno de déficit de atención con hiperactividad.
Las anfetaminas pueden causar adicción, por eso deben seguirse las prescripciones médicas.
Pueden tener diferentes presentaciones, como pastillas, polvos. cristal o líquido y se pueden consumir inyectadas, fumadas, por vía oral o inhaladas. La rapidez de su efecto como su duración dependerá de la vía de administración.
Entre los nombres más comunes de las anfetaminas y metanfetaminas de uso ilegal se encuentran: goey, speed, elevadores, whiz, anfeta, base, cristal, meta, tiza, vidrio, hielo, sangre de leopardo, rojo liquido, sangre de buey, speed rojo.
Las anfetaminas obtenidas de manera ilegal frecuentemente son usadas para el estudio, en el deporte y para mantenerse despiertos.
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