jueves, 7 de enero de 2016

Déjame ver si tu droga está envenenada

El químico farmacéutico Julián Molina y la coordinadora Vanessa Morris son dos personas que velan por la seguridad de los jóvenes y no tan jóvenes de Bogotá.

Su labor es prevenir el consumo de drogas entre los mayores de edad, para ello testan las drogas que les traen y miden su pureza, es decir, calculan el porcentaje de la sustancia que es droga pura.

No es sorprendente lo que se encuentran los dos científicos en las tasaciones. Explican que la mayoría de las drogas de diseño que les traen como el MDMA no es esa droga, sino una mezcla de otras sustancias. El problema reside en que esta droga sustituta del MDMA tiene un efecto más potente pero tarda más en aparecer, por lo tanto los consumidores piensan que tienen que consumir más y cuando los efectos se manifiestan son muy violentos con el organismo. Y esto también ocurre con el LSD o la cocaína: las sustancias con las que cortan estas drogas son tóxicas para el organismo.

Una vez obtenidos los resultados le devuelven la sustancia a sus dueños y les informan de los datos obtenidos. No les quitan la sustancia para evitar su consumo, simplemente le proporciona el resultado y le explica que significa, a partir de ese momento el dueño de la sustancia es libre de hacer lo que quiera con ella. Muchas veces los compradores dejan la droga en el laboratorio o se deshacen de ella.


Para que su labor sea más útil, Julián y Vanessa, montan un puesto en lugares donde se puede encontrar un alto consumo de drogas como puede ser los aledaños de un festival de música además de poseer un laboratorio.

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