lunes, 28 de diciembre de 2015

El fumador social

-  ¿Tú fumas?
-  Qué va, yo solo soy "fumador social".

Esta es una respuesta típica de muchos jóvenes actuales. Pero ¿qué significa ser un "fumador social"? ¿Es nuevo? ¿Está de moda? ¿Necesitas algún cursillo? Puede que la acepción sea bastante reciente, pero esta práctica "de fin de semana" lleva existiendo casi desde que el hombre conoce el tabaco.

Se define (más bien se autodefine) como "fumador social" a aquella persona que sólo consume tabaco en compañía de otros fumadores, generalmente, o en ciertos eventos u ocasiones. No se consideran a sí mismos como adictos al tabaco (más generalmente conocidos como "fumador habitual"), sino que simplemente lo ven como una forma más de socializar, de divertirse o de pasar el rato.

¿Dónde está el problema? ¿Entonces por beber los sábados también soy un alcohólico empedernido? En mi opinión: depende. Depende de la cantidad, depende del momento y el lugar, de si lo haces más habitualmente de lo que crees y de si tus dosis son cada vez más juntas y/o mayores. Depende de muchas cosas. Claro que por emborracharte/fumar/colocarte/pincharte/esnifar/peinar a tu perro un día, una vez, no eres un drogadicto de los que andan tirados por la calle y huelen mal. Sin embargo, es complicado darse cuenta de que una tontería puede terminar convirtiéndose en una adicción. Y las hay de muchos tipos, formas y colores. Aunque todas tienen algo en común:

Te hacen daño.

Alguien que comience como un "fumador social", dándole al palitroque una vez por semana, tiene muchas posibilidades de terminar gastando muchas cajetillas al día. Pero eso no es lo peor, ahí no es a dónde yo quiero llegar. El verdadero problema es creer que no se tiene un problema, que solo fumas "cuando sales" o "en alguna ocasión especial", cuando realmente lo estás haciendo todos los días y a todas horas.

Realmente, todos somos fumadores sociales, queramos o no.


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